Hace veinte años, me ascendieron a un importante rol de liderazgo en mi carrera. Dupliqué mi salario y tripliqué mi responsabilidad de la noche a la mañana, y esto configuró mis próximos diez años sin darme cuenta en ese momento.
Tenía 32 años.
Recibí algunos de los mejores consejos de mi vida de mi primer líder en FranklinCovey. Esto será controvertido para algunos lectores, porque puede ser contrario a lo que les han enseñado, pero repito, es el mejor consejo profesional que he recibido.
Poco después de mi ascenso, que me convirtió en el asociado más joven de la firma en desempeñar este cargo y con mayor nivel de responsabilidad financiera en ese momento, el líder que me había reclutado seis años antes me llamó y me dijo:
“Scott, debes pensar mucho en cómo gastas tu tiempo en el futuro. El hecho es que dentro de quince años, nadie que trabaje para ti recordará si logró o no alcanzó su meta de EBITDA del segundo trimestre. Exactamente nadie recordará si cumplió o no cumplió con sus objetivos de margen o expectativas de crecimiento de primera línea en su tercer año fiscal. Las personas que trabajan contigo recordarán cómo fueron tratadas. Como crecieron sus habilidades. Cómo aumentaron sus ingresos. Cómo pudieron mantener a sus familias, tomar vacaciones, crear recuerdos. Financiar carreras universitarias y operaciones que salvan vidas. Ese es tu legado. Cómo pudieron construir y desarrollar sus marcas y expandir su influencia porque su perspicacia comercial creció o se volvieron más conscientes de sus puntos ciegos, porque tuviste el coraje de decírselo.”
Esto es por lo que te recordarán.
Ahora, no puedes dejar ese legado si no estás en tu rol. Entonces, para permanecer en tu rol, debes cumplir (y superar) tu meta de EBITDA del segundo trimestre. Debe llenar sus expectativas de crecimiento porque si no lo haces perderás tu roll, la influencia, el presupuesto o la autoridad para invertir y desarrollar las carreras de las personas. Sin el trabajo, no puedes cambiar vidas.”
Nunca he olvidado esto, y espero que aquellos que han trabajado conmigo vean cierta congruencia en el concepto que he compartido y cómo se sintieron al ser parte de mi equipo.
No olvides tu principal contribución como líder.
Has sido advertido. Gobiérnate a ti mismo congruentemente
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